domingo, 9 de octubre de 2011

El valor de la inteligencia emocional en la Formación Infantil


La actividad mental se inicia con las sensaciones generando ideas y nociones de objetos. La sensación asegura el contacto con lo real, no su comprensión. Las sensaciones se van organizando en grupos y unidades (color, forma, tamaño,…), es ahí cuando hablamos de percepción.
La capacidad de organizar y diferenciar se denomina percepción. Se pueden encontrar 2 criterios:
-           Perspectiva ambientalista:
-           Perspectiva maduracionista.
-           Leyes de la Gestalt (se organiza la percepción): ley de la buena forma o pregnancia, ley de la proximidad, ley de semejanza, ley de cierre, ley figura-fondo,…
Nuestros sistemas perceptivos a veces pueden sufrir ilusiones, como la ilusión de Ponzo, en las que tendemos a percibir distancias desiguales cuando en realidad no lo son.
El desarrollo de los sistemas sensoriales viene determinado por la interacción del potencial genético y la influencia del ambiente, que actúan durante el crecimiento.
-El estímulo o situación ambiental: El estímulo debe ser adecuado.
-Los recursos físicos del sujeto: Es diferente en niños y adultos.
-Las condiciones psicológicas del sujeto: Cantidad y calidad de experiencias vividas por el sujeto.
E. Gibson defiende que la actividad exploratoria del bebé constituye uno de los factores elementales en la organización y evolución de la percepción.
Según Coger, el niño al nacer tiene una capacidad perceptiva general o abstracta que irá haciéndose más específica a medida que el niño crezca y tenga experiencias determinadas.
Un instrumento fundamental va a ser el lenguaje; favorece la percepción y la codificación de las cualidades del estímulo.
La educación sensorial se lleva a cabo de dos vías:
-        Las actividades sensoriales, puede ayudar a tomar conciencia de cada sentido y sus posibilidades al aislar éste (para apreciar diferentes olores cerramos los ojos).
-        La “observación” de situaciones o acontecimientos de la vida diaria, no sólo conocer las cosas a través del sentido de la vista sino usar el resto para conocer lo que nos rodea.
Para presentar una actividad sensorial se ha de tener en cuenta:
-        Partir de las conocidas del entorno.
-        Empezar por los aspectos de un objeto con más cualidades destacadas.
-        Más fácil apreciar los contrastes que los matices.



La mayor parte de lo que se conoce del mundo es a través de la experiencia visual. La capacidad perceptiva visual se desarrolla poco a poco. Los niños pequeños pueden distinguir entre luz y oscuridad, percibir colores y las distancias de los objetos. Alrededor del año pueden apreciar diferencias de tono de los colores casi como los adultos.
Algunas de las alteraciones más frecuentes relacionadas con la vista pueden ser la miopía, astigmatismo... pero la más grave es la ceguera. Cuando se sufre un problema de visión el resto de los sentidos en muy importante ya que serán la base de la percepción visual.
Es muy importante detectar precozmente la alteración para iniciar su tratamiento.
La percepción auditiva es de gran importancia, sin ella no habría comunicación oral, imprescindible para el aprendizaje de la lengua.
El desarrollo de la percepción auditiva está presente incluso antes del nacimiento.
Los recién nacidos presentan coordinación intersensorial. A las dos semanas son capaces de asociar la voz de su madre con su rostro. En el cuarto mes pueden distinguir voces familiares y diferenciar tonos e inflexiones de la voz. La capacidad de atención es fundamental en el desarrollo de la discriminación auditiva.
El trastorno auditivo más importante es la sordera, sus causas pueden ser múltiples. Las consecuencias de esta deficiencia van a depender del grado de sordera, el momento evolutivo en el que se produce la alteración y la educación o reeducación.
Por último, el gusto y el tacto son los denominados sentidos químicos y están estrechamente relacionados, razón por la que en ocasiones se confunden.
También nos habla este texto, de que la percepción olfativa y gustativa van ligadas a estados afectivos de placer o displacer, gusto o disgusto…
El olfato es el primer sentido que el niño utiliza, lo cual podemos comprobar cuando reconoce a su madre por el olor. Olores que más tarde podrá denominar con la ayuda del adulto.
Nos describe a continuación el desarrollo de la percepción gustativa que está presente en el niño desde el nacimiento, pudiendo mostrar preferencias por los distintos sabores. A ésta capacidad Engen, Lipsitt y Peck le llaman capacidad innata.
Y, para finalizar, podemos observar una serie de actividades propuestas para el desarrollo del gusto y el olfato entre las que se encuentran saborear frutar y olerlas, distinguir sabores…




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