lunes, 7 de noviembre de 2011

El valor de las técnicas en el área de expresión plástica.


Los talleres cubren gran parte de las necesidades metodológicas, ya que permiten desarrollar las capacidades propuestas y facilitan la adquisición de estrategias y procedimientos que posibiliten un aprendizaje autónomo.
Para la organización de los talleres se deben tener en cuenta los siguientes criterios:
- En cuanto al alumnado deben cumplir una serie de normas y estar adecuados a sus capacidades.
- En relación al contenido, actividades y tiempo, las actividades y los contenidos deben estar graduados según su dificultad y planificados para que sean efectivos en el tiempo propuesto.
Para propiciar un aprendizaje ajustado hay que tener en cuenta que este se realice a partir de las capacidades del niño, que conjugue el respeto a sus características individuales, su modo de aprender, sus necesidades e intereses, con la elección de técnicas y métodos adecuados.
Una modalidad idónea para desarrollar esto son los talleres y experiencias.
Para los talleres hay que tener en cuenta:
                    Ir propiciando una creciente autonomía de elección y ejecución en el niño, con la posibilidad  de recurrir al adulto cuando sea necesario su apoyo.
                    El uso de normas básicas que se establecen en las rutinas cotidianas.
                    Se ofrecen actividades variadas con diferente grado y tipo de dificultad, en las que cada uno pude situarse en la que está mas ajustada a su competencia real.
                    Las propuestas de actividades son cerradas y planificadas por el profesor, aunque no es cerrado el modo de realizarla por los alumnos.
En el apartado de evaluación se determinan unos criterios básicos para evaluar, pudiendo ir constando en cada taller en qué medida se desarrollan las capacidádes.
El desarrollo del funcionamiento del taller también ha de ser evaluado. Para ello observamos:
                    Elección de la actividad por el niño
                    Desarrollo de la actividad.
                    Relaciones y conductas de los niños.
                    Relaciones y conductas del profesor.
                    Organización del espacio.
El taller da respuesta a la necesidad de los niños de:
                    Seguridad
                    Socialización
                    Expresión creativa.

En infantil los niños sienten especial fascinación por el agua. Mediante talleres se pretende que identifiquen, valoren, observen y exploren su medio físico y social favorables para su mejor cuidado y conservación. Se organizará el espacio con toma de agua, grifo y desagüe, con muebles y suelo que faciliten la limpieza. El taller se realizará mayoritariamente en grupo. Las actividades favorecerán la manipulación, conocimiento de los elementos de paisajes naturales y sus cambios, nociones básicas de medida.
El espacio debe ubicarse en el lugar idóneo dependiendo de la actividad. En general, los talleres dentro del aula suelen ubicarse alrededor de la clase.
Los materiales se convierten en elementos indispensables. Los requisitos a tener en cuenta son: el tamaño, que sea seguro, que sea asequible, de fácil uso y limpieza, y por último que sean ordenables e identificables de manera sencilla.
Tanto el material didáctico como el mobiliario han de ser suficientes pero no excesivos.
En cuanto a las experiencias  la importancia se centra en el conocimiento de las características propias de los objetos y materiales a manipular. Se deja en un segundo plano la elaboración de productos acabados como pasa en los talleres.
                En las experiencias no es posible establecer objetivos didácticos, ya que el niño va a conseguir experiencias diferentes debido a que se centre más o menos en uno u otro aspecto de la experiencia.

El agua tiene un papel básico en nuestras vidas, se presenta en gran cantidades y usos: alimentación, higiene,…
Las experiencias con el agua deben desarrollarse, a ser posible, en el medio natural, con la indumentaria apropiada y dejando un amplio espacio de libertad en la elección de actividades.
Dentro de los materiales para utilizar con el agua encontramos por ejemplo: barreños, cubos, globos jarras, de distintos materiales.

 
El juego con materiales naturales ha sido el juego por excelencia que los niños han realizado a lo largo de la historia, pero a medida que la sociedad se ha ido urbanizando, también los elementos de juego de los niños han ido abandonando de manera progresiva su carácter natural. La escuela, trata día a día de incorporar en la actividad del aula situaciones, elementos y materiales que le devuelvan al niño esas ocasiones de aprender disfrutando las características reales de los objetos.  Es importante que el profesor se sensibilice y valore la necesidad de incorporar propuestas que posibiliten ese contacto con lo natural.
Para ello utilizaremos materiales como arena, harina, lentejas, castañas, telas, ramas, hojas,…
Debido a la gran variedad de materiales se tendrá en cuenta: que hay que proponer actividades abiertas y respetar la utilización creativa y personal de los materiales y utensilios, hay que respetar unas normas higiénico-sanitarias y de seguridad, hay que presentar la actividad de manera secuencial.

El papel es de los pocos materiales que el adulto le permite al niño manipular de múltiples maneras; arrugar, deformar, romper, cortar, etc.  Este elemento se ha convertido en un gran compañero de nuestros días, nos rodea y envuelve. El tamaño del papel debe estar en relación inversa a la edad de los niños, de 0 a 6 años es recomendable q sea de grande formato. Las texturas del mismo han de ser variadas. Los colores tienen también gran importancia. El papel deja de ser el soporte exclusivo para escribir o dibujar algo concreto para convertirse en un soporte de expresión.    
                                                                                                                                                                                         Las actividades que se desarrollan con el papel tienen múltiples posibilidades expresivas y creativas para los niños. Es recomendable proponer actividades abiertas y respetar la utilización creativa y personal de los materiales y utensilios, evitando condicionar su uso de manera predeterminada o más frecuente.